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Miguel Peyrano: la pertenencia de clase como principal motor de un sindicato de las bases

El 15 de octubre se cumplen cinco años de la partida de un hombre imprescindible, compañero y referente sindical en ATE Rosario, protagonista de la historia cercana del sindicato: Miguel Peyrano. Quien fuera uno de los fundadores de la Agrupación Verde ANUSATE que recuperó el gremio tomado por una burocracia sindical durante la dictadura y, años más tarde, resistió al neoliberalismo desde su querida Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán.



“Lo que nos tiene que preocupar es tener jóvenes que tengan la voluntad de aprender, hacerse cargo y ser mejores que nosotros”, decía Miguel en el año 2016. Por aquel momento, hablando en un curso de Historia del Movimiento Obrero para delegados. Miguel con preocupación recordaba su camino recorrido, el que lo llevó a ser referente de una “juventud militante y comprometida”.

“Es un honor y un orgullo estar presente y recordar una historia distinta, que a fines de la década del 70 no imaginábamos. Teníamos un gremio, en el inicio de la dictadura que, según el secretario general de aquella época, Horvat, era independiente, es decir, que no tenía nada que ver con la política y, en los hechos, tampoco tenía nada que ver con los derechos del trabajador”, rememoraba. Como miembro la Agrupación ANUSATE protagonizó la recuperación del sindicato de las manos de aquella burocracia, en la primera parte de los años 80´.

Peyrano siempre traía a la memoria las reuniones en la histórica Casa Nazareth de la Iglesia de la Santa Cruz, en la calle Carlos Calvo al 3100, de la ciudad de Buenos Aires. Allí en 1977 salió el primer comunicado firmado con aquel nombre “ANUSATE”, Agrupación de Unidad y Solidaridad de ATE. Y donde se debatía “codo a codo” junto a otros referentes de ATE como Héctor Quagliaro y por supuesto su “amigo y hermano”, Jorge Acedo. Ambos fueron en distintos momentos secretarios generales de ATE Rosario y la CTA Autónoma, entre otros destacados lugares de dirección sindical.

“Éramos un grupo de siete personas, entre los cuales yo siempre resalto a Héctor ...y esa anécdota, que él decía que estábamos abriendo un cauce, abriendo un gremio para miles de trabajadores que aún no conocíamos, y nosotros nos mirábamos en ese tiempo la cara como diciendo, ‘pero no llegamos a ser 10’. La realidad es que ese pensamiento se incorporó a una dinámica”, analizaba.

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Más tarde llegarían los años compartidos con Germán Abdala -otro histórico referente estatal que llegó a ser legislador-, el sindicalismo en el Cordón Industrial del Gran Rosario. Y Fábrica Militar, siempre presente en cada una de sus palabras. Justamente sería ése, su lugar de trabajo, el primer bastión de toda la pelea de ATE contra el vaciamiento en la década del 90, que Miguel llamaba “la segunda década infame”. Por entonces se hablaba del cierre de la planta y los trabajadores hicieron resistencia con acampes, marchas y piquetes. "No sólo luchamos por la continuidad sino por la oportunidad de crecer", explicaba.

Y agregaba, en aquel curso para delegados sobre nuestra historia que “hay algo que ha sido fundamental en estos últimos treinta años de nuestro sindicato; ganamos la calle y le demostramos a todos los gobiernos que este no es un sindicato al servicio de los funcionarios de turno, y creo que este es el mayor éxito de nuestra ATE”. “Nosotros hablamos con los trabajadores, porque nunca debemos olvidar que somos trabajadores y porque es la única manera de saber cuáles son sus problemáticas.”

El 15 de octubre de 2016, a menos de un mes del fallecimiento de su histórico compañero Jorge Acedo, también fabriquero, partió Miguel Peyrano. Se trató de dos pérdidas seguidas irreparables para el sindicato. Pero como ambos supieron ser antes que nada enormes militantes, dejaron a sus compañeros y compañeras el mejor de los abrazos: la experiencia de una vida compartida, la certeza de las convicciones por las que lucharon y una camada de nuevos referentes listos para continuar las luchas.

Equipo de Comunicación de ATE Rosario