Héctor Quagliaro: homenaje desde la práctica y la memoria
A 11 años de la partida de nuestro histórico referente de ATE, seguimos evocando su vida como ejemplo político y sindical. Habrá un homenaje en el marco del Encuentro Regional de Formación Política Sindical 'Abriendo Cauce'.
'El Colorado' nos recuerda siempre que es posible generar un sindicalismo con la mirada puesta en transformar la realidad y dar una mano, siempre, a quien lo necesita. Hoy como ayer, su ATE sigue creciendo porque lucha y dignifica. Y, por eso, el mejor homenaje que se puede hacer es una instancia de deliberación de base como la que, durante el 25 y 26 de enero, se llevará adelante en Oliveros (más información) .
La mayoría de quienes actualmente transitan la Asociación de Trabajadores del Estado, lo recuerdan como aquel rosarino que abrió con generosidad la puerta del sindicato para que lo ocupen quienes jamás lo soñaron y así puedan ver más allá. Sus compañeros más cercanos dirían que de esa manera se podría “comprender, entender, ver abajo del agua como él veía” y construir aquella organización para miles de compañeros que ni siquiera conocemos, como alguna vez aseguró.
La vida por la puerta grande
Comenzó su militancia en 1955 luego de la caída del peronismo, de la mano de Alberto Belloni y otros compañeros de los talleres del Ministerio de Obras Públicas. En 1958 fue elegido por primera vez Secretario General de ATE Rosario y en 1963 encabezó la seccional local de la CGT. En 1968 lideró la conformación de la CGT de los Argentinos Regional Rosario, la cual se organizó bajo la consigna “más vale honra sin sindicatos que sindicatos sin honra”, en oposición al sindicalismo colaboracionista de la dictadura militar de la época. Los acontecimientos históricos que llegarían después de estos momentos, donde estuviese involucrada la clase obrera, tendrían a Héctor Quagliaro como protagonista.
En 1969 se generaban los rosariazos, uno en el seno de los estudiantes, “otro más de las fábricas”. Y los dirigentes de esos momentos recordarían como ATE se abrió en solidaridad hacia todos, cobijando heridos, y militantes que escapaba de los caballos de la policía, haciendo barricadas, organizando, luchando en la calle. Y practicando el lema 'obreros y estudiantes, unidos y adelante'.
La dictadura militar de 1976 lo dejaría fuera de su trabajo y entraría en una lista negra para el gobierno genocida. Todo este tiempo, lo usaría para trabajar con su taxi, y así también poder militar ATE en todo el país. Épocas en las que nacía la lista ANUSATE de su mano y la de sus compañeros más jóvenes, Víctor De Genaro, Germán Abdala, Jorge Acedo y Miguel Peyrano, entre otros.
En 1984 el gremio fue recuperado con democracia de base por aquellos y aquellos jóvenes de la lista ANUSATE que se hacía nacional y no pararía de reafirmar el destino de los trabajadores y afiliados de la Asociación de Trabajadores del Estado bajo las mismas consignas de la fundación del gremio, allá por 1925. En ATE vale la asamblea, en la calle se encuentran las mismas causas, las bases mandan.
Llegaría la década del 90 con proyectos de gobernabilidad desarrolló y otros tantos truncos. En una entrevista para el diario Página 12, Héctor aseguraba que los trabajadores “Queremos un mundo de pleno empleo, en el cual no seamos un número para el ajuste, el retiro voluntario o la mano de obra desocupada”. Eran años de resistencia a las mega privatizaciones del Estado, junto con la reestructuración laboral más grande que sufrió el país en décadas y el aumento de la desocupación. Años en los que se inventaba el trabajo irregular para el Estado, los contratos basura y más tarde, monotributo. ATE, una vez más, resistió.
“Soy afiliado a ATE desde que tengo 14 años… hemos hecho muchas experiencias, hemos conseguido promocionar muchos jóvenes, hemos reactivado el gremio en todo el país. ATE es el gremio más importante en desarrollo territorial en todo el país ”, decía como presidente del Centro de Jubilados, en 2009. La consigna sería“ recomponer desde las bases con la presencia y la participación del movimiento nacional y popular que retorne el poder al servicio de la gente y no de ningún grupo dominante en la política argentina ”. Y así peleó hasta su último aliento.
“Lo que no cambia nunca son los valores y los principios que son los que la gente aspira para que sus dirigentes realmente expresen en los hechos todo lo que sabemos comentar sobre las demandas que tiene la gente”, aseguraba por entonces Quagliaro.
“Me parece que lo que más importa y lo que más rescato es que siempre hemos tratado de resolver los problemas de los trabajadores, pero más allá de lograrlo, hemos sido éticos, hemos sido coherentes, vivimos como hablamos, podemos caminar por la calle con toda tranquilidad porque no hemos traicionado, ni hemos usurpado ningún beneficio extra que no sean los normales que tiene el movimiento obrero ”.
ATE Rosario recuerda a quien hizo de este gremio una herramienta 'para que sea para todes la cobija', para construir 'el mundo donde quepan todos los mundos', para que les trabajadores sientan al sindicato como su casa ya sus compañeres como familia política. Héctor Quagliaro será siempre el compañero que nos guía desde nuestra propia historia.
Equipo de Comunicación ATE Rosario
